IIII (2024)
Han transcurrido casi siete años desde el último larga duración de los daneses, siete años que han servido para pulir una obra mayúscula de black metal, sonidos atmosféricos, doom y elementos de rock progresivo, dividido en cuatro partes y con una duración superior a los noventa minutos, dan buena cuenta de estar asistiendo a un álbum, cuando menos diferenciador. El sonido es ampuloso muchas veces, una buena dosis de riffs que mantiene un talante black, con algunos elementos doom que van salpicando las composiciones y una acertada tensión que se funde con unas líneas de agresividad y cierta crudeza, sobre todo esta última presente en las voces, nos pueden dar cierta idea de la majestuosidad de lo aquí ofrecido. la extensión de los temas nos permite que muchos se adentren por terrenos viscerales, con un buen aporte de batería, directa y provocativa, sin embargo el contexto pronto se puede ver orientado hacia los pasajes de guitarra que van desgranando diferentes texturas e intensidades. Este "IIII" gusta de ofrecer mucho pasajes donde las guitarras fluyen libres, sin artificios, ofreciendo un buen número de riffs gélidos, pero con un acertado aporte de elementos más relacionados con el progresivo o simplemente con el rock, siempre conservado ese tono acertadamente melódico, que por otra parte nos trae algunos elementos que pueden ser descritos como de procedencia fría. Hay secciones que prácticamente rozan lo instrumental, destrozadas por algunos aportes más cercanos a un tono oscuro de origen doom, o al mismo tiempo superadas por un tono de black cercano a lo emotivo, en donde aspectos como la naturaleza o la muerte cobran protagonismo. Cuarto álbum ya para los daneses, un trabajo que marca su madurez compositiva en forma de un sonido que logra ofrecer un black que le debe tanto al rock, al heavy o al doom, como al blck en si mismo. (8,3).
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