IN SILENCE DESCENT (2024)
Aunque en activo desde hace relativamente poco tiempo, los orígenes de la banda hay que buscarlos a mediados de la década de los noventa, con una formación que ha ido mudando a lo largo del tiempo, pero manteniéndose en esencia fieles a ese sonido black escandinavo que sirve para dar forma a su quinto larga duración. Con un sonido de batería que sabe conjugar un ritmo directo, con otros con menos intensidad, pero sin perder de vista un regusto a sonido clásico y tradicional de un black metal noventero. Lo mismo podemos decir del sonido de guitarras, áridas, crudas y devastadoras cuando el sonido black más primitivo impera, pero que saben también sacarse de la manga algunas melodías logradas, en un segundo plano que logra crear una atmósfera de cierta desolación que nos va acompañando a lo largo del álbum. Las voces no hacen concesiones, en una plano directo y crudo, sin ningún tipo de fisuras en su vertiente más cruda que por momentos parecen querer mecernos en un tono hipnótico cuando se funden con las secciones más accesibles de guitarra. Un álbum que rescata la esencia del black más tradicional, sin altibajos a la hora de lograr ofrecer un ritmo en general alto con unas melodías oscuras y abrasadoras que recrean perfectamente una ambientación de odio y de muerte. (8).
