WHAT A TIME TO BE ALIVE (2021)
Segunda entrega para esta maquina australiana perfectamente engrasada que continúa el camino de no retorno emprendido en su anterior "The Dead Are Screaming". Como en su anterior obra estamos ante un trabajo repleto de intensidad, de sonido violento y poderoso en donde diferentes estilos relacionados con el metal extremo tienen cabida. Quizás una de las virtudes de este álbum es que hace muy pocas concesiones a mostrarse accesible y así la apisonadora de su sonido no muestra apenas fisuras. Otro aspecto destacable es que a pesar que el grueso de su sonido se sustenta en un estilo como el death y sus diferentes subgéneros como el deth técnico o el brutal death, así como algunos resquicios de black, no es menos importante la inclusión de nuevas influencias, como pueden ser un tono de thrash en su vertiente más directa y agresiva en la línea de bandas como Slayer y si antes hablaba de ese aire a brutal death no es menos cierto tampoco que la línea que los separa del grind es más difusa en este trabajo. Por lo demás el oyente se va a encontrar un álbum de sonido potente y directo, en donde brillan unos riffs rápidos y contundentes, contundencia que se ve refrendada por la vorágine del apartado de batería en donde David Haley vuelve a dar una lección y en el apartado vocal la agresividad y profundidad de lo ofrecido sobresale por encima de la media. Pocos momentos de sosiego hay en este álbum, pero algunas pinceladas de denominémoslos medios tiempos salpican los temas sin que aspectos como la intensidad se vean afectados. Otra completa obra para esta portentosa y talentosa formación australiana. (7,9)
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