WE HAVE PROVED DEATH (2023)
Segunda entrega para estos checos que regresan con un álbum inspirado en el relato del escritor Richard G. Brautigan de donde logran sacar y recrear la esencia de la disconformidad y la utopía. Como avezados dominadores de terrenos relacionados con elementos progresivos, vanguardistas, psicodélicos y disonantes, Somniate nos golpea con un trabajo repleto de diferentes elementos, estructuras y pasajes, en donde son capaces de partir de terrenos casi que accesibles, lentos y melódicos, hasta otros en donde la atmósfera cargada juega un papel fundamental, jugando con sutiles pieza de disonancias y sonidos vanguardista que van dibujando un paisaje de caos y enfermedad. Hay que destacar el entramado de guitarra y batería que crean el terreno perfecto, en forma de pasajes lento y lodosos que poco a poco van medrando hacia terrenos mucho más agobiantes, de poderosas y podridas voces, al mismo tiempo que las capas de guitarras se las arreglan para crear diferentes disonancias que rompen el conjunto, dando paso a elementos mucho más vanguardista en donde el caos y la locura se acaban por apoderar de la propuesta, gracias también a demoledores cambios de ritmo que llegan de improviso para romper brutamente el tono de las composiciones. Todo este contraste entre lo que en principio se puede intuir como sonidos black accesibles, de ritmos lentos y pausados, se ven totalmente superados cuando irrumpe el grueso de las composiciones, logrando todo ello recrear una ambientación que parte de la oscuridad y la densidad para acabar por desembocar en una suerte de locura y esquizofrenia. Somniate regresan con un álbum de sonido profundamente personal, una vez más haciendo gala del dominio abrumador de facetas como la intensidad y diferentes estilos para lograr sumergirnos en un sonido enfermizo y podrido. (8).
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