THE FALLING TIDE (2022)
Cuarta entrega para esta one man band australiana, casi ocho años después de su último lanzamiento, ofreciendo un sonido que logra atrapar al oyente y sumergirlo en un ambiente tortuoso, frío y desolador en donde no hay lugar para la esperanza ni para la redención. Un trabajo en done el fluir de la música nos va ofreciendo un sonido desgarrador, con unos comienzos mucho más limpios y atmosféricos que pronto dan paso a unas guitarras abrasivas y en donde el componente atmosférico sigue teniendo un papel destacado en el sonido del álbum, pero que sin embargo también nos ofrece un buen postulado de elementos post. El devenir de las composiciones tiene un papel fundamental en todo el conjunto, abandonando toda esperanza de redención, no vemos sacudidos por una avalancha de riffs desoladores, crudos a veces, pero que las diferentes capas sobre los que se construyen, logran ofrecer también una interesante dosis de melodía que muchas veces nos traslada a un ambiente de desolación y melancolía. La batería logra imprimir un ritmo bastante alto a las composiciones, contribuyendo con ellos a que nos veamos sumergidos y atrapados en un espiral casi que autodestructiva. Todo ello se ve refrendado por unas voces ásperas y repletas de desazón, encuadradas dentro de vertientes más próximas al depresivo o al shoegaze, contribuyendo con ello, si cabe todavía más, a una propuesta de ambientación desoladora. Abandonando un tanto los estilos y tendencia más reconocibles dentro de escena australiana actual, en donde donde el raw o el black/death se han erigido en referentes, Woods Of Desolation opta por un estilo mucho más atmosférico, perfectamente elaborado y dirigido a terrenos que tienen más que ver con la melancolía y la desesperación, con un cuidado plano musical, repleto de un buen entramado de guitarras limpias y riffs poderosos, sin descuidar otras facetas como la velocidad y la ambientación. (7,6).
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