WRATH (2024)
Duodécima entrega para los griegos, un álbum con un carácter digamos que reivindicativo en cuanto a identidad como mínimo, por algo lleva el nombre del fundador de la banda. A lo largo de estos más de veinte años de carrera la banda se las ha arreglado para ofrecer diversas versiones y visiones de interpretación del black metal, sin embargo este nuevo álbum hunde sus raíces en un estilo mucho más clásico en todos lo sentidos. Ese carácter más clásico se muestra en un sonido más crudo y visceral, sonando sin mucho artificios pero con una producción que le da una rugosidad del todo necesario, tanto a esa batería que marca un tono alto pero que sabe jugar con diferentes intensidades, sin que el empaque destaque pera siendo lo suficientemente protagonista para construir el sustento necesario para un entramado de guitarras que gusta de ese tono crudo y áspero en primer plano y con un algunos elementos melódicos en segundo, trayendo a la mezcla elementos que pueden recordar a un cierto thrash primitivo. El sonido sabe jugar con diferentes cambios de ritmo que de forma sutil logran pasar de un ritmo alto a otro que lo es más, para luego engañosamente languidecer en un suerte de tono más melódico. Las voces se muestran agresivas y directas, llenas de rabia también con algunas secciones más oscuras, pero en un tono perfecto para la temática social que tratan. Sin lugar a dudas estamos ante una banda que no engrosa la lista de bandas clásicas griegas, sin embargo por álbumes como este merece un hueco en lo más alto de black heleno. (7,7).
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